martes, 27 de mayo de 2014

Pensando Acerca de Leer

¿ Por qué es importante  pensar acerca de leer?
La lectura además de ser un gran medio de entretenimiento porque prácticamente te transporta a otro mundo, también te cultiva, aprendes más, mejora considerablemente tu léxico y por añadidura te proporciona una buena retórica a la hora de conversar con los demás; de igual forma aviva la imaginación, te ayuda a tener buena memoria y una concentración más avanzada. Por otro lado, está más que comprobado que quienes tienen desarrollado el hábito de la lectura tienen coeficientes intelectuales más elevados que la gente común, por lo tanto las posibilidades de tener éxito son más altas. Una persona que demuestra cierta cultura siempre será bien vista en un círculo social, por ende, se gana el respeto de los demás.

Como verás leer es muy importante y sirve de muchísimo en la vida diaria, y lo mejor, que estamos hablando de una actividad estimulante, amena y sobre todo constructiva.

El papel que juega la lectura en este siglo es el mismo que siempre ha jugado, al menos en los lectores asiduos, pero la diferencia es que ahora el impacto de las letras es menor al de antes, quizá por tantas opciones de ocio que han surgido, y en mayor parte gracias a los avances tecnológicos. Pero aún así considero que la literatura siempre tendrá futuro, mientras existan buenas historias, siempre existirán los lectores. 

 ¿Qué es leer?
Por lectura se entiende al proceso de aprehensión  de determinadas clases de información contenidas en un soporte particular que son transmitidas por medio de ciertos códigos, como lo puede ser el lenguaje. Es decir, un proceso mediante el cual se traducen determinados símbolos para su entendimiento. Se puede optar por códigos de tipo visual, auditivo e incluso táctil, como ocurre con el Braille, un método que utilizan los no videntes. Cabe destacar que existen alternativas de lectura que no necesariamente se respaldan en el lenguaje, como sucede por ejemplo con los pictogramas o la notación.
 
La mecánica de la lectura implica la puesta en marcha de varios procesos. La fisiología, por ejemplo, ofrece la posibilidad de analizar y entender la capacidad de lectura del ser humano desde una perspectiva biológica (estudiando el ojo y la habilidad para fijar la visión).
La psicología, por su parte, contribuye a conocer el proceso que se pone en funcionamiento en la mente cuando alguien lee, tanto para interpretar símbolos, caracteres e imágenes como en la asociación de la palabra con lo que ese término representa.
La lectura consta, básicamente, de cuatro pasos: la visualización (un proceso discontinuo, ya que la mirada no se desliza de manera continua sobre las palabras), la fonación (la articulación oral, consciente o inconsciente, a través de la cual la información pasa de la vista al habla), la audición (la información pasa al oído) y la cerebración (la información llega al cerebro y culmina el proceso de comprensión).
Existen diversas técnicas a la hora de iniciar una lectura, que permiten adaptar la forma de leer al objetivo que desea alcanzar el lector. Generalmente, se busca maximizar la velocidad o la comprensión del texto. Como estos objetivos son contrarios y se enfrentan entre sí, la lectura ideal implica un equilibrio entre los dos.
La lectura ofrece muchas ventajas para quienes la toman como un hábito imprescindible en sus vidas. Entre algunas de las riquezas que produce se encuentra, un enriquecimiento del universo interno y de la comprensión de otras realidades, adquisición de conocimientos que podrían servirnos, mejoramiento de nuestra capacidad comunicativa (sobre todo si se realiza una lectura oral) y colaborar con el desarrollo de la capacidad de análisis, resolución de problemas y asociaciones. Además, no debemos olvidar que es una fuente de entretenimiento apto para todas las edades, sexos y condición social. El secreto para apasionarse con la lectura reside en saber encontrar aquello que se adapta a nuestros deseos, intereses y necesidades.
Para que la lectura sea provechosa es muy importante que previamente se conozca el propósito de dicha actividad, cuál es la razón por la que deseamos leer; una vez hemos resuelto esto podemos buscar materiales que nos permitan alcanzar dicho objetivo y predisponernos para una lectura satisfactoria.
Las estrategias de lectura, consisten en una serie de proposiciones para un mejor aprovechamiento de la actividad. Por ejemplo, si se desea leer para adquirir conocimientos y estudiar, una estrategia de lectura dividirá diferentes formas de encarar la lectura que nos permitan adherir mejor los conocimientos. Estas formas son lectura exploratoria, rápida, profunda, relectura y repaso. Si además se las combina con determinadas técnicas de estudio (subrayado, consulta del diccionario, toma de notas, etc), la lectura será mucho más enriquecedora y los conceptos se asimilarán de manera más profunda.
Hay dos tipos de lectura: lectura mecánica (rápida, sin ahondar en los conceptos, sirve para tener un pantallazo general acerca de un tema, prescindiendo de los conceptos nuevos que pudieran surgir y de la estructura del texto. En este tipo de lectura el lector es pasivo porque lee para no aburrirse y de forma sistemática sin interiorizar en nada) y lectura comprensiva (detallada, intentado captar la mayor cantidad de información posible, de aprehender conceptos y alcanzar una visión analítica sobre el tema.



















 

3 comentarios: